Tarjetas revolving

Una tarjeta revolving es una línea de crédito que se articula como una tarjeta que se concede a un cliente fijando un límite de crédito y cuya devolución se hace mediante el abono de cuotas periódicas, permitiendo al cliente hacer nuevas disposiciones del crédito ya devuelto o no dispuesto.

Esto hace que los clientes puedan redisponer del crédito devuelto de forma que tienen un acceso flexible a su crédito.

A la hora de amortizar el crédito, el cliente abona una cantidad fija mensual hasta su total amortización, por lo que no hay un plazo de finalización ni un número de cuotas determinado para su amortización. Permite también su amortización anticipada o su aplazamiento.

Por lo tanto es un producto financiero muy flexible.

Las tarjetas revolving no sólo las emiten entidades bancarias sino también entidades financieras no sometidas al Banco de España.

Wizink, Cetelem, Cofidis, Carrefour Pass, Alcampo (Oney), El Corte Inglés, Ikea, Vivus. Avantcard, Evo Finance, así como diversas tarjetas de Santander, Bankinter, BBVA, Caixabank, Kutxabank, Bankia…

Defender tus derechos. Dado que estas tarjetas y microcréditos contienen muchas cláusulas abusivas impuestas al consumidor, las cantidades que se reclaman al consumidor suelen ser superiores a las realmente debidas, más aún cuando el contrato es antiguo, pues cuanto más tiempo ha pasado desde la contratación y si se han realizado pagos por el consumidor, mayor es la diferencia a favor de éste.

A modo de ejemplo, numerosos clientes que han recibido reclamaciones creyendo deber dinero, tras ser asesorados debidamente han obtenido la cancelación de su deuda y la devolución de cantidades abonadas de más.

Las principales cláusulas bajo sospecha son:

• Las cláusulas de intereses remuneratorios cuando incurran en usura, es decir, cuando apliquen un tipo de interés superior al normal del mercado y manifiestamente desproporcionado tomando en consideración las condiciones particulares del solicitante del préstamo.
• Las cláusulas de intereses de demora cuando superen los límites fijados legalmente.
• Los seguros de protección de pagos dado que se imponen al consumidor y se obliga a la contratación con una empresa no elegida por éste.
• Las comisiones por descubierto cuando no se correspondan con un servicio de reclamación efectivamente realizado.
• Las cláusulas de vencimiento anticipado con penalización.
• En ocasiones, las comisiones cobradas por exceso de límite de crédito disponible en el caso de tarjetas revolving.

En cualquier caso, debe estudiarse cada caso concreto.

Tan pronto como recibas una reclamación judicial deberás comunicárnoslo para que podamos defender tus derechos. Dado que hay cláusulas abusivas, seguramente lo que te reclaman es un importe mayor de lo que debes realmente. Incluso puede que resulte un saldo a tu favor.

No dejes pasar el plazo para defender tus derechos.

Podemos obligarles a sacarte de esos ficheros de morosos, e incluso obtener una indemnización de miles de euros por indebida inclusión, Infórmate sobre nuestro servicio de registros de morosidad.

Por supuesto. La nulidad de las tarjetas ya pagadas también puede reclamarse después del pago.

En ese caso saldrá un saldo a cobrar por el cliente frente a la entidad financiera.

La situación no empeora por la compra de un crédito por un fondo buitre. Se mantienen todos los derechos del cliente por lo que el resultado de nuestra intervención será el mismo, pero respondiendo el fondo buitre de nuestra reclamación.